Testimonios y fragmentos. Retórica a Alejandro.

Alcidamante y Anaxímenes constituyen una espléndida muestra del impresionante desarrollo que vivió la retórica en la Grecia Clásica.En una sociedad abierta, compleja y en constante transformación como era la Grecia del siglo IV a.C., la retórica adquirió una importancia capital por su incidencia en la vida y en las disputas públicas y alcanzó, de la mano de los sofistas, su edad adulta. Uno de los maestros fue Alcidamante de Elea, sofista discípulo de Gorgias y acérrimo rival de Isócrates, frente al que consideraba preferible el arte de la improvisación frente al discurso escrito. Alcidamante fue muy conocido y comentado en la Antigüedad, aunque de él sólo se ha conservado un conjunto de fragmentos. También enseñó retórica Anaxímenes de Lámpsaco, quien escribió, en la segunda mitad del siglo IV a.C., la Retórica a Alejandro, el manual sobre esta disciplina más antiguo que ha llegado hasta nosotros; resulta interesante no sólo por su antigüedad, sino también por el tratamiento novedoso y profundo que hace de esta disciplina, hasta el punto de que influyó en gran medida en la literatura posterior.

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