Discursos XII - XXXV

Introducción, traducción y notas de G. del Cerro Calderón. Revisada por A. Pérez Jiménez. Dión de Prusa (actual Bursa, en el N. de Turquía) fue llamado Crisóstomo, "el de boca de oro", por su elocuencia. Vivió entre los años 40 a 120 d. C. Fue desterrado de Roma y de su patria por el emperador Domiciano, llevó una vida errante, y luego fue indultado por Nerva y logró la amistad de Trajano. De Dión habla ya Filóstrato en sus Vidas de los sofistas como un modelo de oratoria, que toma como ejemplos a Platón y Demóstenes, y desarrolla sus temas con claridad, sencillez, y originalidad. Dión, un coetáneo de Plutarco, es un destacado precursor de esa Segunda Sofística, con su esplendor retórico y su mímesis de los grandes escritores clásicos. Con una ideología cínico estoica, Dión celebra la grandeza de la Grecia clásica y sus ideales. La suya es una retórica literaria, en la que alternan críticas morales, elogios funerarios, sermones y diatribas, alabanzas de ciudades, etc. Sus setenta y ocho discursos nos ofrecen una visión de la época y de la admiración por el pasado glorioso. Unos discursos son más serios y solemnes, otros más novelescos o filosóficos, todos son prueba de la habilidad del escritor. Valga como ejemplo de esa diversidad el primer tomo, en el que se recogen sus cuatro discursos Sobre la realeza; otros cuatro de enfoque cínico, protagonizados por "Diógenes"; el famoso Euboico, que idealiza la vida campestre y su bucolismo; el paradójico Discurso troyano, y un curioso y brevísimo Mito africano.

Comprar el libro:

¡Búscalo también en tu librería más cercana!

  • Compartir: